En criptografía, una clave (o llave criptográfica) es un dato que permite controlar el proceso de cifrado o descifrado.
Existen dos tipos básicos de algoritmos criptográficos.
Tamaños de clave
Para los algoritmos simétricos, se recomienda un tamaño de clave mínimo de 128 bits. Para aplicaciones que requieren una seguridad extrema, como documentos de alto secreto, se recomiendan 256 bits. Muchos cifradores antiguos utilizaban claves de 40, 56 o 64 bits. Todos ellos han sido descifrados mediante ataques de fuerza bruta porque la clave era demasiado corta.
Los algoritmos asimétricos (de clave pública) necesitan claves mucho más largas para ser seguros. En el caso de RSA, se recomiendan al menos 2048 bits. La mayor clave conocida públicamente que se ha descifrado era de 768 bits.