De cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades (o necesidad) es un lema que Karl Marx popularizó en su escrito Crítica del programa de Gotha, publicado en 1875. El original alemán es Jeder nach seinen Fähigkeiten, jedem nach seinen Bedürfnissen. Según Marx, una vez establecida una sociedad comunista, ésta producirá suficientes bienes y servicios para que las necesidades de todos puedan ser satisfechas.
Aunque la frase se atribuye comúnmente a Marx, no fue él el primero en utilizarla. El eslogan era común dentro del movimiento socialista. Louis Blanc lo utilizó por primera vez en 1839, en «La organización del trabajo». El origen de esta frase también se ha atribuido al comunista francés Étienne-Gabriel Morelly, que propuso en su Código de la Naturaleza de 1755 «Leyes sagradas y fundamentales que arrancarían las raíces del vicio y de todos los males de una sociedad», entre las que se incluyen las siguientes:
» I. Nothing in society will belong to anyone, either as a personal possession or as capital goods, except the things for which the person has immediate use, for either his needs, his pleasures, or his daily work.
II. Every citizen will be a public man, sustained by, supported by, and occupied at the public expense.
III. Every citizen will make his particular contribution to the activities of the community according to his capacity, his talent and his age; it is on this basis that his duties will be determined, in conformity with the distributive laws.»
Debates sobre la idea
Marx delineó las condiciones específicas en las que tal credo sería aplicable: una sociedad en la que la tecnología y la organización social hubieran eliminado sustancialmente la necesidad del trabajo físico en la producción de cosas, donde «el trabajo se ha convertido no sólo en un medio de vida, sino en el principal deseo de la vida». Marx explicó su creencia de que, en una sociedad así, cada persona estaría motivada para trabajar por el bien de la sociedad a pesar de la ausencia de un mecanismo social que le obligara a trabajar, porque el trabajo se habría convertido en una actividad placentera y creativa. Marx pretendía que la parte inicial de su lema, «de cada uno según su capacidad», sugiriera no sólo que cada persona debería trabajar tan duro como pudiera, sino que cada persona debería desarrollar mejor sus talentos particulares.
Afirmando encontrarse en una «fase inferior del comunismo» (es decir, del «socialismo», según la terminología de Vladimir Lenin), la Unión Soviética adaptó la fórmula como: «De cada uno según su capacidad, a cada uno según su trabajo (inversión de mano de obra)». Esta fórmula se incorporó al artículo 12 de la Constitución de la Unión Soviética de 1936, pero León Trotsky la describió como una «fórmula interiormente contradictoria, por no decir disparatada».