
Drogheda es una ciudad del este de Irlanda, situada en el condado de Louth, a orillas del río Boyne. Está situada a unos 50 kilómetros al norte de Dublín y tiene una población de unos 40.000 habitantes.
Drogheda tiene una rica historia que se remonta a tiempos prehistóricos, con pruebas de asentamientos humanos en la zona que se remontan al Neolítico. En la Edad Media se convirtió en un importante centro de comercio, con un próspero puerto y mercado.
Uno de los acontecimientos más infames de la historia de Drogheda tuvo lugar durante la conquista de Irlanda por los cromwellianos en el siglo XVII. En 1649, Oliver Cromwell dirigió un ejército inglés que sitió y capturó Drogheda, lo que provocó la masacre de miles de soldados y civiles, entre ellos mujeres y niños. La masacre de Drogheda se convirtió en un símbolo de la brutalidad de Cromwell y aún hoy se recuerda como un oscuro capítulo de la historia irlandesa.
A pesar de este trágico suceso, Drogheda siguió creciendo y desarrollándose a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un centro neurálgico de la industria y el comercio de la región. Hoy es una ciudad vibrante con un rico patrimonio cultural, que cuenta con monumentos históricos como la Iglesia de San Pedro, la Puerta de San Lorenzo y la Galería Highlanes.