I’ve Been to the Mountaintop es el nombre del último discurso que Martin Luther King, Jr. pronunció antes de morir.
King pronunció el discurso el 3 de abril de 1968. Se encontraba en Memphis, Tennessee, con motivo de la huelga de saneamiento de Memphis. Los trabajadores de saneamiento (basura) de Memphis estaban en huelga porque les pagaban muy poco y su trabajo era peligroso. King quería apoyarlos.
El discurso habla sobre todo de la huelga. King habla de la mejor manera de conseguir lo que los trabajadores necesitan. Al final del discurso, habla de la posibilidad de que lo maten.
Al día siguiente, King fue asesinado.
Partes del discurso
Al hablar de la Huelga, King se centra en la importancia de la no violencia. En una protesta el 28 de marzo, algunos manifestantes se volvieron violentos y empezaron a romper ventanas. King dice:
King pensaba que si los manifestantes o la gente en huelga eran violentos, otras personas sólo prestarían atención a la violencia. No prestarían atención a lo mal que se trataba a los trabajadores sanitarios.
King sugirió boicotear las cosas que vendían los negocios blancos como forma no violenta de protestar y llamar la atención de la gente. Explica que una persona negra puede ser pobre, pero todos juntos gastan mucho dinero. Esto les daba poder. Si dejaban de comprar en los negocios de los blancos, éstos perdían mucho dinero. Entonces tendrían que prestar atención, o de lo contrario podrían quebrar. Mientras tanto, los negros podían usar su dinero para comprar cosas en negocios propiedad de otros negros. King dice:
King habla entonces del Movimiento por los Derechos Civiles. Dice:
King promete que los activistas de los derechos civiles no pararán hasta conseguir sus derechos humanos básicos.
Al final del discurso, King dice que en cuanto llegó a Memphis empezó a recibir amenazas. Sin embargo, dice que no tiene miedo a la muerte. Esta es la parte más famosa del discurso, y también su final:
La Biblia en el discurso
King era pastor baptista. A menudo mencionaba historias de la Biblia en sus discursos.
Al final de este discurso, King habla de una historia del Antiguo Testamento. Moisés era el líder de los israelitas (el pueblo de Israel). Los israelitas seguían a Moisés porque pensaban que él les conduciría a una Tierra Prometida. En esta Tierra Prometida, podrían vivir en paz.
Sin embargo, antes de que los israelitas llegaran a la Tierra Prometida, Dios habló con Moisés. Dios dijo que le permitiría a Moisés ver la Tierra Prometida con sus ojos. Sin embargo, Dios no permitió que Moisés entrara en la Tierra Prometida. La Biblia dice:
Poco después de esto, Moisés murió. Josué lo reemplazó como líder y condujo al pueblo de Israel a la Tierra Prometida.
King está diciendo que, como Moisés, ha «estado en la cima de la montaña» y ha visto la Tierra Prometida: una sociedad en la que los negros tienen paz e igualdad de derechos. Sabe que tal vez no llegue a esa Tierra Prometida con ellos, porque podría morir antes. Sin embargo, dice a sus oyentes que, como el pueblo de Israel, los afroamericanos como pueblo llegarán a la Tierra Prometida.