Hércules y el Círculo de Fuego es una película para televisión. Fue la tercera de cinco películas previas a la serie, por lo que puede considerarse parte de la serie de televisión Hércules: Los viajes legendarios. Cuando todo el fuego de la tierra comienza a apagarse, Hércules y Deianeira deben ir en busca del fuego para evitar que el mundo se enfríe.
Sinopsis de la trama
Hércules está caminando por la cima de una montaña nevada donde encuentra a una mujer en el frío, y va a ayudarla. Ve a Zeus en una cueva y una roca se cierra sobre la entrada. Hércules se da la vuelta y la mujer le llama y se congela y explota. Hércules despierta de un sueño. Se da la vuelta y vuelve a dormirse. Mientras duerme se apaga la hoguera. Al día siguiente, Hércules y un joven caminan por una cueva llena de cadáveres. El hombre le cuenta a Hércules que son todos hombres de su pueblo y que la bruja que guarda la Fuente de la Juventud los mató por su juventud y su fuerza.
Más tarde, Hércules llega a casa de Quirón. Hércules le da el agua y él la bebe. La herida se cura, pero a los pocos segundos la herida empeora. Hércules le dice que encontrará una cura para su herida. Mientras tanto, por todo el pueblo se apagan inexplicablemente los fuegos. Hércules y Quirón están hablando junto al fuego y éste se apaga. Hércules se da cuenta de que algo va mal.
Zeus responde que sí, pero que quiere más a Hércules. Hércules le dice a Zeus que él también lo ama. Zeus acepta lo que Hércules debe hacer y lo deja ir. Hércules atraviesa el fuego y recupera la Antorcha. La lanza y cae en la casa de Prometeo, despertándolo. El fuego comienza a regresar. Mientras Hércules yace moribundo en el círculo, Zeus suplica a Hera que no haga daño a Hércules o la perseguirá por toda la eternidad. Hércules lleva la antorcha a casa de Quirón y le pide que se introduzca en un círculo de paja. Quirón se coloca en el centro del círculo y Hércules enciende la paja con la antorcha. Quirón cae de rodillas y grita. Cuando las llamas se extinguen, Quirón exclama que su herida está curada. Las llamas habían quemado su inmortalidad y curado la herida.