
En la teología cristiana, la justificación es el acto de Dios de perdonar los pecados de alguien, debido a su creencia en Cristo.
La idea de la justificación se encuentra en varios libros del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. Los protestantes creen que la justificación es la línea que divide a los católicos romanos de los protestantes durante la Reforma Martín Lutero y otros reformadores enseñaron que la fe por sí sola hacía a una persona justa con Dios, aparte de hacer buenas obras. Sin embargo, enseñaban que después de ser justificados por la fe, las buenas obras vendrían después. Los católicos tendían a subrayar que las buenas obras eran parte de lo que hacía a un cristiano aceptable para Dios. En los últimos tiempos, estas dos posturas se han acercado.