Liberty City Seven hace referencia a un grupo de siete hombres que fueron detenidos y acusados de delitos relacionados con el terrorismo en Miami (Florida) en 2006. El grupo estaba acusado de planear atentados contra diversos objetivos, entre ellos la Torre Sears de Chicago (Illinois).
El grupo, formado en su mayoría por hombres afroamericanos, fue objeto de una operación encubierta del FBI, en la que un agente se hizo pasar por miembro de Al Qaeda y les proporcionó dinero y explosivos falsos.
El caso fue controvertido, y algunos críticos alegaron que el FBI había tendido una trampa a los hombres y fabricado el complot terrorista. Sin embargo, finalmente fueron condenados por conspiración para prestar apoyo material a una organización terrorista extranjera a penas de entre seis y trece años de prisión.
El caso se consideró un ejemplo significativo de los esfuerzos del gobierno tras el 11-S para erradicar posibles amenazas terroristas dentro de Estados Unidos.