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Pluma estilográfica

Una estilográfica es una pluma que tiene un plumín y un depósito de tinta.

La pluma extrae tinta del depósito a través de un alimentador hasta el plumín. La tinta se desplaza por una combinación de gravedad y capilaridad. El plumín es la parte de la pluma que escribe en el papel. Las diferentes formas y estilos de plumines pueden cambiar la cantidad de tinta distribuida y el grosor de la línea de escritura. La mayoría de las estilográficas tienen plumines recambiables. Los hay de diferentes materiales y estilos, y se clasifican de extrafinos a extraanchos.

El llenado del depósito de tinta puede hacerse manualmente, con una pipeta Pasteur (cuentagotas) o una jeringuilla. Sin embargo, normalmente se realiza mediante un mecanismo de llenado interno que crea succión. Un mecanismo de pistón o de vacío transfiere la tinta directamente al depósito a través del plumín. Algunas plumas tienen depósitos extraíbles en forma de cartuchos de tinta precargados.

Plumines

Según Mathur, «el plumín de la estilográfica moderna se remonta al plumín de oro original, que tenía un pequeño fragmento de rubí adherido para formar la punta de desgaste». Los plumines con punta de aleaciones del grupo del platino, como el iridio, se utilizan desde la década de 1830. Hoy en día, la parte principal del plumín suele ser de acero inoxidable y/o de oro. El contenido de oro más popular es el de 14 quilates (58⅓%) y 18 quilates (75%). La idea es que el plumín sea flexible pero firme, y la punta extremadamente resistente.

Depósito de tinta

Hasta principios del siglo XX, la tinta de las estilográficas se conservaba directamente en el cuerpo. Los delgados cuerpos eran de caucho duro y estaban disponibles en dos colores: negro y rojo. La tinta se vertía con un cuentagotas. Para ello, el usuario tenía que quitar la sección del plumín, introducir la tinta y volver a colocar la sección del plumín. Esta operación requería un lugar tranquilo y apartado, del que algunas personas no disponían.

En 1907, Walter A. Sheaffer patentó la llenadora de palanca. Utilizaba una palanca articulada situada en el cuerpo de la pluma que presionaba una barra que, a su vez, comprimía una bolsa de goma en el interior, creando un vacío que introducía tinta en la pluma. Esto podía hacerse sin desmontar la sección del plumín.

Esta innovación, introducida en 1912, fue rápidamente imitada por los demás grandes fabricantes de plumas. Parker introdujo el llenador de botón, que tenía un botón oculto bajo un capuchón ciego en el extremo del cuerpo. Al pulsarlo, actuaba sobre una barra de presión interior para oprimir el saco de tinta. Muchas otras empresas utilizaban una palanca plana a lo largo del cuerpo que, al tirar de ella, apretaba la bolsa de caucho. El saco de caucho era lo que marcaba la diferencia entre las estilográficas del siglo XIX y las del siglo XX. Otras empresas utilizaban un mecanismo de tornillo en el extremo superior de la pluma para apretar el saco de caucho.