Las Revoluciones de 1989 o la Caída del Comunismo fueron una serie de revoluciones contra los gobiernos comunistas y socialistas de todo el mundo, especialmente en Europa. Causaron el fin de la Guerra Fría, supusieron el fin de la mayoría de los estados comunistas y convirtieron a Estados Unidos en la única superpotencia mundial. También causó el fin de la Unión Soviética debido al intento de golpe de Estado soviético de 1991 y a la caída del Muro de Berlín en 1989. Tras las revoluciones, los únicos países comunistas que quedaron fueron China, Cuba, Laos, Corea del Norte y Vietnam, aunque la población de estos países realizó protestas contra el gobierno (como las protestas de la Plaza de Tiananmen de 1989 en China) y hubo muchas reformas después de 1991 (como la đổi mới en Vietnam, que fue similar a las reformas de Mijaíl Gorbachov en la Unión Soviética, la glasnost y la perestroika).
Fin del comunismo y del socialismo por países
Fuera de Europa, los gobiernos comunistas y socialistas de África, Asia y Oriente Medio también perdieron el poder a finales de la década de 1980 y principios de la de 1990, al igual que el efímero Gobierno Revolucionario Popular de Granada en 1983 (después de que los estadounidenses invadieran Granada).
Desintegración de la Unión Soviética y Yugoslavia
Todas las repúblicas de la Unión Soviética, excepto Lituania, abandonaron totalmente la Unión Soviética en algún momento de 1991; Lituania lo hizo en 1990, convirtiéndose en la primera en declarar la independencia.