
Monogononta, Bdelloidea, Seisonidea
Los rotíferos son un filo de animales diminutos comunes en entornos de agua dulce, como estanques y charcos. Algunos rotíferos nadan libremente, otros se mueven arrastrándose y algunos están fijos. Algunas especies viven en colonias.
Historia y taxonomía
Los rotíferos se describieron por primera vez cuando se empezó a disponer de microscopios, alrededor del año 1700. Son una parte importante del zooplancton de agua dulce. Además, muchas especies ayudan a descomponer la materia orgánica del suelo. Los rotíferos se alimentan de desechos de pescado, bacterias muertas y algas. Comen partículas de hasta 10 micrómetros de tamaño. Un rotífero filtra 100.000 veces su propio volumen de agua por hora. Se utilizan en peceras para ayudar a limpiar el agua y evitar que se formen nubes de materia de desecho.
Se han descrito unas 2.200 especies de rotíferos. Se clasifican en el filo Rotifera. Este filo se subdivide en tres clases: Monogononta, Bdelloidea y Seisonidea. El grupo más numeroso es el de los Monogononta, con unas 1.500 especies, seguido de los Bdelloidea, con unas 350 especies. Sólo se conocen dos especies de Seisonidea.
Se han encontrado fósiles de la especie Habrotrocha angusticollis en depósitos de turba del Pleistoceno de 6000 años de antigüedad. Los rotíferos fósiles más antiguos conocidos se han encontrado en ámbar dominicano del Eoceno.
Apariencia
La parte delantera tiene un anillo de cilios que rodea la boca. Esto dio a los rotíferos su antiguo nombre de «animalillos de rueda». Alrededor del cuerpo tiene una lórica protectora y un pie. Dentro de la lórica se encuentran los órganos habituales en miniatura: un cerebro, un punto ocular, mandíbulas, estómago, riñones y vejiga urinaria.
Los rotíferos presentan una serie de características inusuales. Los biólogos suponen que estas peculiaridades son adaptaciones a su pequeño tamaño y a la naturaleza transitoria (rápidamente cambiante) de sus hábitats.
Resistir a la sequía
Los rotíferos son especialistas en vivir en hábitats donde el agua se seca con regularidad.
Los Monogononta, que tienen machos, producen «huevos en reposo» fecundados que pueden resistir la desecación (sequía) durante largos periodos.
Los Bdelloides, que no tienen machos, se contraen en una forma inerte y pierden casi toda el agua corporal, un proceso conocido como criptobiosis. Los Bdelloides también pueden sobrevivir al estado seco durante largos periodos: el letargo más largo bien documentado es de nueve años. Una vez secos, pueden revivir añadiéndoles agua. En este sentido, entre otros, constituyen un grupo de animales único.
Número de células
Los rotíferos nacen con un número estándar de núcleos celulares, exactamente el mismo para cada rotífero de una especie. Esto se denomina eutócico. Durante la vida adulta no se produce ningún tipo de división celular. No sólo eso, sino que el número de núcleos en cada tejido es constante. Además, la mayoría de los núcleos no tienen paredes celulares: el tejido de los rotíferos es, en gran parte o en su totalidad, un sincitio.
La ausencia de división celular es probablemente una de las razones por las que son extraordinariamente resistentes a las radiaciones ionizantes. Además, se sabe que reparan el ADN después de la desecación.
Rotíferos bdelloideos
En una de las clases, los rotíferos bdelloideos de agua dulce, nunca se han visto machos. Es el mayor grupo de especies totalmente partenogenéticas de Animalia.
Las hembras de este grupo producen huevos por partenogénesis (parto virginal). En algunas especies, estos huevos se convierten en pequeños juveniles antes de ser liberados de su progenitora. Las crías son clones de su madre.
Los estudios citológicos y de genética molecular demuestran que los bdelloideos evolucionaron a partir de un antepasado común que perdió la recombinación sexual (meiosis y fecundación) hace unos 100 millones de años. También se han investigado las implicaciones de la partenogénesis para la especiación.
Los genomas de los rotíferos bdelloideos contienen dos o más copias no idénticas de cada gen. Esto sugiere que su reproducción asexual es antigua. Por ejemplo, hay cuatro copias del gen hsp82. Cada una es diferente y está en un cromosoma distinto. Esto no puede explicarse por la duplicación normal de genes, que produce dos o más genes casi idénticos uno al lado del otro. Por el contrario, en un rotífero monogonto, la mayoría de los genes eran de una sola copia.
En los rotíferos bdelloides hay genes que parecen proceder de bacterias, hongos y plantas. Esto sugiere que llegaron por transferencia horizontal de genes (HGT). La captura y utilización de genes exógenos (~extranjeros) parece ser importante en la evolución de los bdelloideos. El equipo dirigido por Matthew S. Meselson, de la Universidad de Harvard, demostró que, a pesar de la ausencia de reproducción sexual, los rotíferos bdelloideos realizan transferencias genéticas (ADN) dentro de una misma especie o clado. Por el momento se desconoce el método utilizado. En la actualidad, los rotíferos bdelloideos ostentan el «récord» de transferencia genética en animales, con un 8% de sus genes de origen bacteriano.
Acantocéfalos
Se ha demostrado que los Acanthocephala, un grupo de gusanos parásitos que antes se consideraban un filo aparte, son rotíferos modificados. La relación exacta con los miembros normales y autónomos del filo no está resuelta.